Rutina básica para cuidar de tu piel

Introduccion

Lavarse la cara no es nada difícil. La limpieza no es solo el primer paso de la rutina del cuidado facial, sino que es la parte fundamental. Es el paso que prepara la piel para que todo lo que se utilice después sea eficaz y el rostro luzca reluciente. 

Desarollo

1.- Limpieza base aceite y limpieza base agua.

 

Es recomendable hacer la doble limpieza por la mañana y por la noche.

 

Limpieza base aceite.

Primero para limpiarse el cutis correctamente es necesario hacer una limpieza con un limpiador de base aceite formulado con aceites naturales libres de conservadores. Contrariamente a lo que se piensa, aunque se tenga una piel grasa recuerde que el aceite disuelve aceite por lo que este producto ayuda a cortar la grasa que produce la piel y a mantener el nivel de humectación deseado, también retira el maquillaje (en caso de usarse), el protector solar, así como la suciedad de los poros.

 

Limpieza base agua.

En segundo lugar, una vez enjuagado el limpiador base aceite, hacer una limpieza con un limpiador de base agua para eliminar cualquier rastro de maquillaje o producto que haya quedado en la piel. Es recomendable utilizar limpiadores de base acuosa con una textura cremosa, espumosa, tipo gel o jabón en barra de pH entre 4.5 Y 5.5, colocándolo en la palma de la mano y distribuirlo sobre el cutis húmedo en movimientos circulares para después enjuagar muy bien con agua tibia.

 

Por último, seque su cara con una toalla limpia presionando suavemente contra ella.

 

Durante ambas limpiezas, dé un suave masaje por la cara para ayudar a aumentar la circulación.

 

Hacer una doble limpieza es una práctica sana recomendada que ayuda a eliminar completamente cualquier impureza que pueda causar erupciones.

 

2.- La exfoliación.

 

Sin importar cual sea su tipo de piel la exfoliación es imprescindible.

La exfoliación ayuda a la absorción de las cremas y favorece los resultados de los tratamientos faciales.

 

Este paso ayuda a ablandar las impurezas que se acumulan en los poros obstruidos y a eliminar las células muertas de la piel, lo cual mejora la textura de la piel, abre paso a la piel nueva, la ilumina y permite que los otros productos que utilice después se absorban correctamente. Se puede utilizar un exfoliante mecánico, o uno químico o una combinación de ambos como los hay actualmente. Sin embargo, es muy importante elegir el más adecuado al tipo de piel que tenga tomando en cuenta que un exfoliante no debe ser agresivo, no debe resecar tu piel, provocar enrojecimiento, inflamación ni volverla escamosa, es decir no debe empeorar todo, por el contrario debe dejar una piel suave, limpia y brillante con una sensación agradable.

Es recomendable exfoliarse desde una hasta cuatro veces por semana centrándose en la nariz donde los puntos negros se acumulan demasiado, en los poros visibles de las mejillas y en la frente.

 

3.- La hidratación.

 

La hidratación es sumamente indispensable para todo tipo de piel puesto que es el órgano encargado de mantener la humedad dentro de nuestro cuerpo, por lo que es importante aplicar tanto por la mañana como por la noche algún producto hidratante a la piel.

 

Dependiendo de las necesidades de la piel se pueden encontrar desde hidratantes más pesados y cremosos, hasta unos más ligeros. Entre los hidratantes que pueden funcionar están las lociones, las cremas con textura en gel, los aceites y las emulsiones que se podrán elegir según el tipo de piel o preferencias.

 

4.- Protector solar.

 

La protección solar en la rutina diaria y de forma regular es un factor muy importante para mantener y proteger la salud y la belleza de la piel, aún si se está en la sombra o por unos momentos a la exposición directa de los rayos solares.

Es importante aplicar protector solar como último paso de la rutina para el cuidado de la piel facial, antes del maquillaje.

 

Se recomienda reponerlo entre cada tres o cuatro horas dependiendo del tipo de bloqueador o después de sudar o nadar. Si acostumbra usar maquillaje, para no arruinarlo utiliza un bloqueador en spray o algún maquillaje que contenga FPS (Factor de Protección Solar) mínimo de 30 para que sea más fácil reponerlo durante el día sin tener que desmaquillarse. 

Bibliografia

Inaevi